Estoy exhausta.
Estoy en una residencia militar de Madrid a todo lujo. He ido en Metro, he ido al Teatro, he cenado en Kentucky Fried Chicken, y no me he podido bañar en la piscina de la residencia porque a un niño le dio por vomitar dentro del agua justo cuando yo me iba a meter.
Estoy hasta la coronilla ya de mi familia. Mañana vamos hacia Sevilla en coche (5 horas) a ver a unos amigos de mis padres (2 matrimonios y 4 niños). Horrible. Estoy de muy mala leche.
Me quedan 22 minutos de batería, y resulta que el WiFi no funciona en mi habitación. Fuera sí, pero dentro no. Cosas de las residencias militares, no sé. Ayer iba y ahora ya no. Grrr, me da rabia.
Mañana pasado me iré al pueblo de Ronda (Málaga) con la familia de mi padre. Horrible será también. Y así hasta el día 5 de Septiembre. Rodeada de una familia que detesto normalmente, y sin Internet. Y sin sexo, claro. Nada de nada. De nada. NUNCA estoy sola (con lo que me gusta a mí estarlo), y no sólo por el tema sexual, sino que adoro la intimidad.
Dios tengo a mi padre dando vueltas por aquí hablando por el móvil. Y a mi madre, la mujer más pesada del mundo, a la que odio. No me puedo concentrar, tengo que estar cambiando de pestaña todo el rato, y la batería se va muriendo. Dios, mataré a alguien. Ayudadme, por favor.
Esto es una mierda. Quiero volver a mi casa. Quiero estar SOLA. O con él. Joder, dos días fuera y ya le echo de menos. No se lo merece. Voy a matar a mis padres. Guardadme el secreto. Adios.