"Quiero informarte de que, al fin y al cabo, hasta me has hecho un favor robándome la bici, porque así he podido comprarme una más bonita y más chula, y de paseo."
En la primera parte hablé sobre los mitos que giran en torno a los PPP (sobre todo a los doberman), y en esta me gustaría hablar más sobre situaciones específicas que me he ido encontrando.
Por ejemplo, me gustaría hablar de cómo fue introducir a la Tali en el "grupillo" de gente que teníamos perro que nos encontrábamos en un lugar asiduamente. Estas personas tenían en su gran mayoría perros pequeños, y siempre que venía un perro grande nos destrotaba a nuestros pequeños porque se asustaban y ladraban y blablabla, así que claro, a la que pasé a tener una cachorra de doberman, ya me podía ir despidiendo de ir por ahí.
Para esta entrada voy a hacer un poco de trampitas, y es que, ¿para qué echaros todo el rollo sobre qué son los champús sin sulfatos ni siliconas, ni que són éstos, si ya están bien explicados en otras entradas de otras blogueras? Así que os pondré links del blog de dónde yo saqué la información y el que me animó a probarlos, y ya luego si queréis ahondar en el tema, pues os lo leéis.
Me gustaría hacer una serie de entradas en las que explico cómo es realmente convivir con un perro potencialmente peligroso, para aclarar dudas, desmentir mitos y explicar, en general, mi experiencia, desde mi conocimiento.
Sí, sé que Blogger está un poco muerto y huele a descomposición, sé que en este blog tengo muchas menos visitas que en el de Diario de una chica gamer, pero es que me da igual. Es MI blog personal y le tengo cariño. Lo he maltratado mucho (y seguramente seguiré haciéndolo) pero le quiero igual.