El otro día, buscando por Google cualquier chorrada de ésas que me pongo a buscar con tal de no estudiar, descubrí una página web en la que podías jugar online a cualquier juego de Game Boy. Eso, junto con mi insana devoción hacia la saga de juegos de Pokémon, fue una combinación letal.
Desde que salieron las primeras ediciones he jugado a almenos una edición de cada generación y temporada, con emuladores de las respectivas consolas y ROMS pirata, claro, menos de las últimas que salieron el año pasado (aún no están del todo traducidas y tienen muchos errores).
He empezado una partida a la edición Crystal (aunque la tengo por ahí en cartucho), y dios... Todo es tan emocionante e interesante cuando tengo que estudiar, que hasta un juego de hace diez años que está ya obsoleto me fascina. Adoro esos gráficos noventeros y esos monigotes que no sabes dónde tienen los ojos o dónde tienen la boca:
Sí, estoy muy emocionada de haber encontrado esta web, porque me he recontrado un poco con mi niña interior, y ella se alegra de verme.
Es más, me estoy hasta planteando volver a probar suerte con emuladores y reemprender mi aventura en la edición Soul Silver. Ya veremos... este verano tendré mucho tiempo libre.
Cuando nada te emociona todo lo demás te despierta el interés y viceversa.
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